Al realizar el mantenimiento de un ascensor, se tiene que verificar varios factores, primero se debe hacer unas revisiones rutinarias, es decir, reparar las averías que se produzcan y sustituir piezas desgastadas, luego hacer la inspección del ascensor correspondiente.
Estas revisiones se suelen hacer con frecuencia mensual, trimestral, semestral y anual. Primero cada mes se debe hacer una revisión de los aspectos más básicos del ascensor como comprobar la cabina, la alarma, verificar el arranque, la parada, la nivelación, revisar la apertura y cierre de puertas, etc. Cada tres meses se tiene que limpiar el foso, revisar los frenos, el nivel de aceite de motores, máquina y posibles fugas, etc. Cada seis meses, la luz de emergencia, limpieza y revisión de las puertas de la cabina, protecciones, tensión de cables, etc. Si se hacen regularmente estas revisiones se mantendrá el funcionamiento del ascensor y la seguridad de las personas.

La instalación de un ascensor es un proceso que se debe contar con tiempo y paciencia ya que primero se debe tomar en cuenta es la habilitación y construcción del hueco por donde se va a desplazar el ascensor y tiene que estar cerrado completamente en la totalidad de su recorrido. Por lo tanto, el tiempo que se necesitará para la instalación varía en función de la ubicación y de las características del ascensor ya que si antes no se tuvo la previsión de destinar el espacio necesario para la instalación de un ascensor, será necesaria la habilitación de un hueco específicamente construido para ello, debiendo realizar las reformas o modificaciones necesarias en la vivienda.

Desde afuera los ascensores unifamiliares y los convencionales son idénticos pero la gran diferencia es en su velocidad ya que los ascensores unifamiliares tienen limitación de velocidad a un máximo de 0,15 metros por segundo, por lo que se les denomina técnicamente ascensores de velocidad reducida mientras que los ascensores convencionales tienen una velocidad es superior a 0,15 metros por segundo. Es por esto que los unifamiliares se instalan mejor en viviendas particulares o edificios de poca altura tanto del ámbito privado como público.